La conducción autónoma es una modalidad de conducción que consiste en el manejo del vehículo sin el control activo de un conductor cuando su tecnología esté activa.
Tesla, con su modelo Tesla Model S, introdujo el "Autopilot" en 2015, aunque el término puede ser algo engañoso, ya que aún requiere supervisión humana, representó un paso significativo hacia la automatización más avanzada.
Tesla introdujo por primera vez la opción "Full Self-Driving" (FSD) en octubre de 2016 como una actualización de software que los clientes podían comprar.
Desde entonces, Tesla ha continuado desarrollando y actualizando el software FSD a través de actualizaciones regulares y over-the-air. La compañía ha implementado gradualmente nuevas características y mejoras en la capacidad de conducción autónoma, la cual mejora a diario con el estudio de las grabaciones de conducción de estos mismos.
Capacidad de cambio de carril automatizado:
El vehículo podría cambiar de carril de manera autónoma en carreteras y autopistas, utilizando cámaras y sensores para detectar el tráfico circundante.
Navegación automática en autopista:
El sistema podría seguir automáticamente la carretera, ajustar la velocidad según las condiciones del tráfico y tomar salidas de autopistas.
Estacionamiento automático
El vehículo podría estacionarse automáticamente, tanto en paralelo como en perpendicular, con la intervención mínima del conductor.
Reconocimiento y respuesta a semáforos y señales de stop:
El sistema estaba diseñado para reconocer señales de tráfico y semáforos, respondiendo de manera autónoma a señales de parada y procediendo cuando fuera seguro hacerlo.
Autopark:
Esta función permitía al automóvil buscar un lugar de estacionamiento y estacionarse automáticamente sin usuarios en el vehículo.
